Reseña del libro "Una vida más allá de la mía"
John y sus padres sufrieron la pérdida de Tommy, el hermano menor. Este triste acontecimiento, repercutió profundamente en la estabilidad de todos, para el padre de John, su hijo no había muerto, sólo se fue a su paraíso celestial. Verdad o mentira, fantasía o realidad, la vida se encargará de darle la razón a quien la tiene, lo que parecía ser la peor tragedia ocurrida en esa familia, se convirtió en un regalo de vida para todos, incluso, para quienes en la vida real, hemos pasado por el doloroso y cruel destino de perder a un ser amado. Imagínate morir y que en tu despertar, te encuentres en el lugar más bello y maravilloso que tus ojos jamás hayan contemplado, que seas uno con todos los seres, ser ellos o estar en ellos: ser una flor, un río, un ave, lo que sea. Sabes lo que se siente ser el agua del río? Has escuchado la voz de la madre tierra susurrarte y explicarte como es su naturaleza? Sabes qué hay detrás de nuestra humanidad? ... Originalmente, dediqué este libro a mis padres, en ese tiempo, mi madre gozaba de buena salud, sin embargo, sus palabras denotaban que ya estaba cansada de vivir; su manera de ver la vida y la muerte, al igual que yo, oscilaba entre lo divino y lo fantasioso, esta última característica, le daba un toque de ensueño y final feliz... por momentos, creí que ella viviría, por lo menos, unos 10 años más. Desafortunadamente, una sombra oscura cubrió la faz de la tierra, un virus, covid 19, evolucionó, provocando una pandemia a nivel mundial, más de 20,000,000 de contagiados, de los cuales, alrededor de 750,000 han perdido la batalla, el jinete apocalíptico, llegó cabalgando cual furioso vengador, despiadadamente, aún continúa arrasando vidas sin piedad. La madrugada del 21 de junio de 2020, a la 1:45 a.m., una visita inesperada, tocó la puerta del corazón de mi Mayecita hermosa, la vida nos dio un revés, a mis hermanos y a mí, nos despertó la triste realidad. Mi madre falleció, le llegó la muerte, y con ella, un adiós que no alcanzó a decirme; esta no fue provocada por el virus, simplemente, su alma se despidió del cuerpo, al principio, una decepcionante y tenebrosa idea invadió mi mente, el simple hecho suponer, que nada hay después de la muerte, me asustó sobremanera, tenía miedo de que ella hubiese dejado de existir, o que si había algo en el más allá, su alma, su espíritu, vagaran en la oscuridad, había escrito este libro pensando en ella y en mi padre, curiosamente, lo olvidé por completo, días después de su muerte, lo encontré (el libro), y como si estuviera frente el anhelado oasis, después de haber atravesado un desierto, sentí que ella me hablaba a través de mis letras.Mi madre falleció, y tal y como Tommy, uno de los protagonistas de esta historia lo hiciera, logró despedirse de este mundo a través de un profundo sueño; dormida en su pequeña cama, dijo adiós para siempre. Ahora sé, que ángeles custodios bajaron del cielo para presentarla ante la presencia divina. No imaginé que este libro sanaría, posteriormente, las heridas más profundas de mi ser, desde mi nacimiento hasta el final de sus días.Ahora, con profunda melancolía, pero con un inmenso amor y agradecimiento, no le digo adiós a mi madre, sino, hasta pronto, hasta siempre, con la divina esperanza de reencontrarnos en su paraíso.
